miércoles, 7 de diciembre de 2011

Reforma a la Educación Superior en Colombia: ¿qué está en juego?

Por Giovanny Cardona M.

Colombia es un país que ocupa lugares poco destacables en dos indicadores de medición de Bienestar a nivel mundial: Competitividad y Distribución del Ingreso.
Desde la perspectiva de la competitividad, a nuestro país se le señalan debilidades en infraestructura, innovación y ambiente legal. Con respecto a la distribución del ingreso, el recién posesionado Ministro de Trabajo acaba de señalar que 14 millones de colombianos no cuentan con un trabajo digno. Adicional a esto, el salario mínimo colombiano es de los más bajos de Suramérica y la cobertura educativa está lejos del promedio de países de nivel de desarrollo como el nuestro.
Sin embargo, competitividad y distribución del ingreso no siempre son compatibles. O sea, pueden no serlo bajo ciertas ópticas, ideológicamente concebidas. Y estas miradas harán parte de la discusión que se re-inicia en el país con respecto al futuro de la Educación Superior.
Si hablamos de competitividad, hay una variable que tiene un peso fundamental: el emprendimiento empresarial. El éxito de muchos de los Mercados Emergentes  que lideran la locomotora de la economía mundial en la actualidad se debe, en gran medida, al surgimiento y consolidación de nuevas industrias: nuevas empresas en sectores intensivos en conocimiento; empresas que agregan valor a sus procesos, bienes y servicios, como estrategia central de éxito.